Las joyas que elegimos dicen algo de nosotras. Acompañan nuestros días, nuestros momentos especiales y hasta nuestra forma de sentirnos. Por eso, cuidarlas es una manera de cuidar aquello que nos hace sentir más lindas.
El cuidado de una joya depende mucho del material y también del uso que le damos. No es lo mismo usar un aro todos los días que llevarlo solo en ocasiones especiales. Tampoco es igual la reacción de la plata que la del acero o el acero dorado. Cada material tiene lo suyo, aunque hay algunos hábitos generales que ayudan a mantener cualquier accesorio en buen estado.
Estos son algunos cuidados que podés aplicar sin importar de qué material sea tu joya:
- Evitá el contacto con productos cosméticos 🧴
Perfumes, cremas, brumas, desodorantes y maquillajes pueden opacar o dañar tus accesorios. Lo ideal es ponerte tus joyas como último paso, cuando tu piel ya absorbió los productos. - No los expongas a productos de limpieza 🫧
El contacto con detergentes, lavandina o alcohol puede afectar el color y la textura de las piezas. Cuando vayas a limpiar, es mejor sacarlos primero. - Evitá bañarte con tus accesorios en la pileta o en el mar 🌊
El cloro y la sal pueden dañar el brillo y el acabado de las joyas. Si estás disfrutando el agua, mejor guardarlas un ratito. - Guardalas de forma individual💍
Si podés, almacenalas en una bolsita cerrada, o en nuestros alhajeros, para evitar que se rayen entre sí y para protegerlas de la humedad. - Limpialas de forma suave y regular 🧼
Un tip sencillo: usá un paño de algodón para retirar restos de polvo, maquillaje o humedad. Esto ayuda a mantener su brillo natural.
Cuidar tus accesorios no tiene por qué ser algo complicado. Son detalles pequeños que hacen una gran diferencia y que permiten que esas piezas que elegiste con amor sigan acompañándote por mucho tiempo.

